91 302 08 68 info@seoane-pampin.com

Sangrado de las Encias ¡Alerta Roja!

gingivitis blog madrid dental

Abr 1, 2021

¿QUÉ ES LA GINGIVITIS?

La GINGIVITIS es una enfermedad infecciosa bucal bacteriana que se caracteriza por la inflamación y el sangrado de las encías causadas por los efectos a largo plazo de los depósitos de la placa sobre los dientes y los tejidos bucales.

Las encías se inflaman, se enrojecen y sangran como una llamada de atención, necesitan ayuda.

En un estado de salud, de normalidad, las encías son de color rosa coral y no sangran, si esto sucede, algo pasa.

Muchas personas experimentan la gingivitis en grados variables. Ésta se desarrolla generalmente durante la pubertad, durante las primeras etapas de la edad adulta y durante el embarazo debido a los cambios hormonales, y puede persistir o reaparecer con frecuencia, dependiendo de la higiene y la salud de los dientes y encías de la personas.

Esta placa bacteriana se puede y de hecho se debe retirar y limpiar con el cepillado. La placa y el sarro no solo perjudican y destruyen encía y hueso, además afectan a los dientes que sujetan ya que los ácidos generados por las bacterias, desmineralizan el esmalte siendo más propenso a caries y si no se remueve y elimina, se convierte en un depósito duro denominado SARRO que queda atrapado en la base del diente. La placa y el sarro irritan e inflaman las encías  ya que las bacterias y las toxinas que éstas producen hacen que las encías se infecten, se inflamen y se tornen muy delicadas y sensibles.

Los dientes mal alineados, los bordes ásperos y la aparatología oral mal colocada o contaminada (como ortodoncia y prótesis, puentes y coronas) pueden irritar las encías e incrementar los riesgos de gingivitis.

Además, los medicamentos como la fenitoína, las pastillas anticonceptivas y la ingestión de metales pesados, como el plomo y el bismuto, también están asociados con el desarrollo de la gingivitis
La gingivitis es una enfermedad reversible por lo que con un buen tratamiento, se vuelve a un estado de salud gingival, pero dejándolo pasar, sin limpiar y sin tratar, la placa bacteriana que se acumula durante un largo periodo de tiempo se calcifica, se vuelve dura y se queda adherida y pegada al diente formando CÁLCULO o SARRO.

El cálculo esta formado por una matriz orgánica de placa bacteriana en la que iones de calcio y fósforo cristalizan formando una masa dura que ya no puede ser retirada con el cepillado. Las colonias bacterianas adheridas al diente, metabolizan los restos alimenticios, formando los ácidos bacterianos que se adhieren dientes y encías.

A medida que la placa bacteriana penetra en la zona de unión de la encía con el diente, las bacterias se vuelven más agresivas y por tanto con mayor poder destructivo.

CONSECUENCIAS DE LA GINGIVITIS

La placa y el sarro perjudican y destruyen encía y hueso, además afectan a los dientes que sujetan a la par que
desencadenan la ENFERMEDAD PERIODONTAL , la PERIODONTITIS (antes conocido como PIORREA)

El comienzo y la velocidad de cristalización de la placa, varían de una persona a otra y en una misma persona en distintas épocas. A veces el depósito de sarro es tan elevado que constituye un verdadero puente sobre un grupo de dientes.

Pueden distinguirse dos tipos de sarro: el visible (llamado supragingival – por encima de la encía) que puede eliminarse en clínica con relativa facilidad y el no visible (subgingival – por dentro de la encía) mucho más difícil de quitar y verdadero responsable de que el hueso alveolar se vaya reabsorbiendo, aparezca retracción por parte de la encía (ya que sólo cubre o protege el hueso existente),dejándonos ver cada vez más diente, como si el diente creciera y según vaya remitiendo el hueso alveolar, aparezca la movilidad dentaria y finalmente la necesidad de extracción o pérdida de piezas dentales.

PLACA à SARRO à GINGIVITIS à PERIODONTITIS à PERDIDA DIENTES
La encía huye del contacto con la placa bacteriana y a su vez acompaña al hueso que por infección se va reabsorbiendo y perdiendo.

El resultado visible a corto plazo de esta enfermedad periodontal es la retracción gingival que nos va a dar la sensación de dientes más largos pero, por descubrimiento de la raíz y así desencadenar sensibilidad dental.

Sólo por este cambio ya se aprecia sensibilidad (le hemos quitado el abrigo que los dientes poseían y tienen frío). Esta sensibilidad es reversible, pero la pérdida de hueso y de encía NO.

Es decir, los resultados a largo plazo sin un tratamiento y mantenimiento periodontal son la perdida de las piezas dentales, que no tienen soporte óseo que las mantenga ni sujete.
EL HUESO QUE PERDEMOS NO SE VUELVE A GANAR.

PERIODONTITIS

Si la gingivitis no es tratada o el tratamiento se demora, evoluciona a este estado crónico, donde la inflamación y la infección de las encías (gingivitis) se disemina desde las éstas hasta los ligamentos y el hueso que sirven de soporte a los dientes.

La pérdida de soporte hace que los dientes se aflojen y finalmente se caigan. La periodontitis es la causa principal de la caída de los dientes en los adultos.

La placa y el sarro se acumulan en la base de los dientes. La inflamación hace que entre la encía y los dientes se formen bolsas que se llenan de sarro y de placa. La inflamación del tejido blando atrapa la placa en la bolsa.


La inflamación contínua, causa finalmente la destrucción de los tejidos y el hueso alrededor de los dientes. Debido a que la placa contiene bacterias, se presenta infección y también se puede desarrollar un absceso dental (flemón), lo cual aumenta la proporción de la destrucción ósea.

Los síntomas iniciales se parecen a la gingivitis, debido a que es una continuación de signos y síntomas pero agravada, por lo tanto las consecuencias del sobrecrecimiento bacteriano en la cavidad bucal se presentarán con mal aliento, encías de color rojo brillante o purpúreo que sangran con facilidad, sensibles al tacto, inflamadas, momentos de escozor o quemazón generalizado y dientes flojos y móviles.

Los depósitos de placa y cálculo pueden ser visibles en la base de los dientes, con bolsas agrandadas en las encías.

Las encías por lo general no duelen o se sienten levemente sensibles, a menos que también se presente un absceso dental. Los dientes pueden estar flojos y las encías retraídas.

Hay que tener en cuenta que la periodontitis es una enfermedad que tiene etapas, de activación y de reposo. Hay momentos que no sangrarán y no dolerán pero con el tiempo volverá otra etapa donde reaparezcan todos o algunos de los síntomas y signos antes citados.

Las radiografías dentales revelan la pérdida del hueso de soporte y también pueden mostrar la presencia de depósitos de sarro bajo las encías.

TRATAMIENTO DE LA GINGIVITIS

El objetivo del TRATAMIENTO es reducir la inflamación, eliminar las bolsas si éstas existen y corregir las causas subyacentes.

Es importante hacer una limpieza dental completa, denominado Raspaje y alisado radicular, debido a que el tratamiento va a eliminar y remover los depósitos de sarro y el tejido deteriorado y necrosado que se forma  y acumula en las bolsas periodontales y sobre los dientes tanto por encima como por debajo de la encía.

Este tratamiento, NO ES CURATIVO, sólo es paliativo, debido a que la Periodontitis es una enfermedad irreversible y con nuestro tratamiento vamos a alcazar un mantenimiento de la situación, haciendo que se disminuya la velocidad de reabsorción de hueso y por lo tanto alargar el tiempo y la vida de las piezas dentales en boca, sin infección.

Después de realizarse el tratamiento correcto, es necesario mentalizarse de llevar y mantener una higiene oral meticulosa en casa para evitar mayor deterioro y conseguir dicho mantenimiento.

El odontólogo enseñará las técnicas del cepillado y del uso de la seda dental y/o los cepillos interproximales.

Parte del tratamiento consiste en hacer revisiones cada 3 – 4 meses, donde poder establecer el mantenimiento que el paciente es capaz de llevar y cómo y de que manera le debemos ayudar para  evitar el deterioro del tejido bucal y la perdida de piezas, es decir ayudarle al mantenimiento, que es imprescindible para detener o estabilizar la enfermedad y que no se vuelva a reactivar.

Es una labor compartida entre el odontólogo y el paciente, si una de las dos partes falla, el tratamiento y el mantenimiento fracasarán.
La cirugía puede ser necesaria. Es posible que se requiera abrir y limpiar las bolsas profundas en las encías y brindar soporte a los dientes flojos.

El sangrado y la sensibilidad de las encías deben desaparecer al cabo de 1 ó 2 semanas de tratamiento (las encías sanas son de color rosado y de aspecto firme), pero no olvidemos que la enfermedad no está curada ni erradicada, solo está detenida y es preciso que la persona mantenga una higiene oral cuidadosa durante toda su vida o el trastorno puede reactivarse y reaparecer y dar complicaciones en forma de infección ya no solo a nivel bucal sino, a nivel facial (celulitis facial), a nivel óseo (osteomielitis) incluso a nivel cardíaco.

PREVENCIÓN DE LA GINGIVITIS

La buena higiene oral es la mejor prevención contra las enfermedades gingivales ya que  remueve y elimina la placa, causa principal de este trastorno. Los dientes se deben cepillar por lo menos dos veces al día y se deben limpiar suavemente con seda dental, mínimo una vez al día.

Las personas propensas a la gingivitis deben cepillarse los dientes y limpiarlos con seda dental después de cada comida y antes de acostarse. Se debe consultar con el odontólogo para que le explique las instrucciones sobre las técnicas apropiadas para el cepillado y uso de la seda dental.

El odontólogo puede recomendar instrumentos o herramientas especiales de higiene oral para que las utilicen las personas particularmente propensas al desarrollo de depósitos de placa. Su uso complementa, pero no reemplaza al cepillado minucioso y uso de la seda dental. Los aparatos y herramientas pueden abarcar cepillos especiales, interproximales, irrigadores con agua u otros dispositivos, igualmente que puede recomendar cremas dentales o enjuagues bucales para el cuidado y mantenimiento de las encías, antisarro y antiplaca.

La limpieza o profilaxis dental profesional hecha con cierta regularidad es importante para eliminar la placa y el sarro que se puede formar, incluso con un cuidadoso cepillado y uso de seda dental.

Muchos odontólogos aconsejan hacerse una limpieza dental profesional por lo menos cada año, aunque cada paciente como dijimos al principio es distinto, único y no se debe de comparar con nadie.

Dra. Lola Terrés Puebla